domingo, 4 de marzo de 2018

¡Bienvenidos al desastre!

Ésta es una de esas veces en las que no sabes qué decir. Supongo que podría comenzar diciendo que ésto no es diario, tampoco es un rincón donde contar historias ni ponerte al dia sobre las noticias.

Pero entonces, ¿qué es?

Las personas que me conocen saben que soy totalmente autodidacta en ésto del dibujo, en realidad todo dibujante es autodidacta a no ser que calque sus obras pero eso eliminaría (en mi opinión) la magnificante opción de poder llamarse artista.
A los 16 comencé una exhausta etapa, aquel llamado "bachiller artístico" que ocuparía 3 años de mi vida. Considero aquellos años como perdidos ya que la evolución de mis dibujos no fue una característica remarcable. Invertir siete horas al dia a dibujar en cajas, bodegones y artefactos que jamás te darían una satisfacción creativa no entraba en mis planes, ya que condisideraba más importante el encontrarme a mi misma y poder expresarme con el lápiz creando así formas imposibles, manos con tan solo cuatro dedos, ojos alargados y narices desproporcionadas.
Cuando predeciblemente decidí abandonar mis estudios, pasé un año sin dibujar. Estaba agotada artísticamente y lo poco que pude crear formó a ser de la propiedad del colegio. Por si no lo sabéis, el instituto al que fuí te hacia firmar un papel donde cedías todos los derechos de las obras que realizases en sus clases. El primer año firmé (creo que ni siquiera leí el papel) pero tras el descontento de uno de los alumnos sobre éste absurdo contrato decidí leerme los papeles antes de firmarlos. ¡Era una locura! ¡Se supone que el colegio quiere hacerte mejorar, no exprimirte hasta sacar lo mejor de ti y despues dejarte con las manos vacías! ¿Sorprendente? Para nada.

Un año sin dibujar es mucho tiempo. Dicen que es un don que no se olvida pero volver a coger un lápiz fue una decisión aterradora. Sentarse frente un papel en blanco despues de tener la sensación de que deberías dedicarte a otra cosa es dificil y tocar un HB solo me hacía recordar mis suspensos en plástica (los cuales empezaron prematuramente con tan solo 9 años, mientras mi profesora me decía que no podía ser dibujante y que tenía que ser más realista con mis metas en la vida) y aquellos árboles a tinta china que más que naturaleza asemejaban mazorcas chamuscadas. Definitivamente, fueron años de involución.

Más adelante, me dediqué a pintar superficies. El papel solo lo utilizaba cuando se alineaban los planetas y coincidíamos en el mismo espacio: tomar apuntes siempre fue una buena excusa para hacer unos sucios bocetos. Pinté bicicletas, gorras, camisas y todo tipo de superficie que no fuera un A4.
Me iba bien y gané dinero por mis trabajos. La gratitud de la gente y la sorpresa de que les entusiasmase mi trabajo era de lo más reconfortante. Ésto hizo que la rueda de la creatividad comenzase a girar de nuevo.
Al cumplir los 18 descubrí el mundo del tatuaje y conocí artistas estupendos que me marcaron tanto la piel como el alma. Sus experiencias me animaron a volver al papel y recobrar aquel pasatiempo que por entonces estaba más que apartado de mi camino. 

Se puede decir que dibujo con perseverancia desde hace relativamente poco. De pequeña tuve ese hobbie y aunque estuvo unos años en stand-by volvió para convertirse en una de mis grandes pasiones. No puedes escapar de aquello que deseas aunque haya gente empeñada en hacerte creer lo contrario.

Hoy en dia tengo mi Instagram activo desde hace un año y medio al que solo le dedico un espacio merecido a mis dibujos y desde entonces tomo el papel y el lápiz al menos una vez al dia. A veces sale basura y otras cosas decentes pero eso me ocurrirá toda la vida.
En otro orden de cosas, sigo estudiando de manera independiente a cualquier escuela. La historia del arte, la mitologia, el castellano y otros idiomas, el cine y el dibujo son asignaturas vívidas en contínuo aprendizaje para mi, sin buscar un título por ello, tan solo mi propio enriquecimiento personal.


Después de decir que ésto no era un blog para contar historias e inevitablemente haberos contado una, llego al final. ¿Cuál es el propósito de éste blog?
Con este espacio quiero manifestar todo lo que aprenda en mi nueva e independiente aventura educativa: la animación 2D y la expresión cartoon. Me estoy sumergiendo en un mundo muy interesante que me gustaría compartir y así que aprendáis conmigo. Constará de pequeños artículos con mis apuntes sobre el tema e intentaré explicar lo mejor que pueda todos estos conceptos tan retraídos de la animación. 

Mi nombre es Uve Barker y finalizando ésta entrada, ¡comienza nuestra aventura!


Autorretrato, Uve Barker 2018


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